Señor, tú que me diste el deber de dirigir,
dame ahora la alegría para trabajar,
seguridad para disponer y
humildad para servir.
Convierte en fortaleza mi debilidad,
en madurez mi inexperiencia,
en habilidad mi torpeza y
en serenidad mi impaciencia.
Quiero, con tu ayuda generosa,
realizar la misión que me has encomendado.
Así sea
Inspira y motiva sin imponer, fomenta la participación y autonomía de los scouts.
Es guía, no jefe.
Vive y promueve la ley, promesa scout y es coherente con los principios del escultismo en su vida diaria.
Disfrutar trabajando con jóvenes y cree en el potencial transformador del Movimiento Scout.